- El humo que se disipa entre tus dientes de marfil. Todo se disipa. Pero la muerte nos tiene unos cigarros mejores.
- No encontrarte, lo más parecido a la nada.
- Miras de un lado, miras de otro, ¿qué buscarás?
- Déjame oír tu silencio, es el que más me habla.
-¿Me dijiste algo?
- No, nada.
- Ni pronuncies esa palabra.
- La luz de tus pupilas es cien veces mayor que el reflejo de tus lentes y traspasa la pantalla y todo estalla en luz.
- Bendita tierra venezolana, tierra de tus ancestros, que me regalan esos apetitosos labios.
- El vaso de agua está vacío, lo llenaremos con nuestra savia, ¿te animas?
- La cortina entrelazada, así deseo entrelazar nuestros cuerpos, nuestras almas hasta que no exista ni tiempo ni espacio.
-Pensativo, con la mirada perdida en el infinito, ¿qué tanto te da vueltas en la cabeza?, ¿la vida, la muerte? ¿no son la misma cosa?
- Entre estos vaivenes, te he descubierto, me he descubierto, ¿nos habremos descubierto?
- El agua entre tus labios, mi más anhelada savia.
- Todo empezó con un píxel y uniendo tus más bellos colores: muy vivos, a veces, apagados otras pintaste un hermoso cuadro sobre mi piel.
- Entre Aes y cincos te conocí. Me enseñaste a deletrear la más bella frase: "Te amo".
- El marco de la cámara y al final tu más desenmarcada figura y el círculo de tus luminosas pupilas cuando te ríes.
- Armonía, Alma, Don, Duende, Regalo, Risa, ¿dónde guardo este nuevo diccionario que me obsequiaste?
viernes, 21 de mayo de 2010
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